Vacaciones con más calor y menos lluvias: El pronóstico para enero y febrero

Habrá más días de temperaturas elevadas, pero también crece el riesgo de olas de calor y tormentas eléctricas.o_1514277689 Sólo en las provincias del noroeste del país se anuncian lluvias superiores a lo habitual. La temporada 2018 trae buenas noticias en relación al clima para los que tengan pensado pasar unos días frente al mar en la Costa Atlántica argentina, donde se esperan más jornadas con temperaturas elevadas que lo normal para esta época del año y menos precipitaciones.

Pero también alertan sobre posibles olas de calor, especialmente durante el próximo mes, y adelantan que hay riesgo de que se desarrollen tormentas eléctricas.

«El fenómeno de El Niño provoca un calentamiento de las aguas del océano pacífico central, que derivan en una mayor temperatura y, por lo tanto, en una mayor evaporación que genera más precipitaciones que lo normal. Este año se está dando la situación inversa: el océano se enfría, hay menos evaporación y, en consecuencia, una menor cantidad de caída de agua. La explicación es que se avecina ‘La Niña'», precisa Juan Manuel Horler, ex presidente del Centro Argentino de Meteorólogos y profesor de Meteorología de La Plata.

Por esta razón, Horler señala que este verano habrá «más días con temperaturas altas y caerán menos milímetros de lluvia que lo normal y que años anteriores», aunque aclara que es muy complicado proyectar con anticipación para un período tan amplio de tiempo.

Además, advierte que hay chances de que se registren «tormentas muy fuertes, con descargas eléctricas». En este sentido es que resalta la importancia de abandonar la playa cuando el cielo se ponga oscuro, a pesar de que el calor persista. «Es clave para evitar accidentes por rayos», insiste. Para eso, años atrás se creó una bandera específica que advierte que se está desarrollando este tipo de fenómenos.

Ignacio López Amorín, meteorólogo y difusor del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), coincide en diálogo con el diario Clarín en que la presencia de La Niña «tardía y de corta duración»- ya que arrancará en enero y no en la primavera como suele ocurrir y se extenderá hasta marzo y no avanzado el otoño- traerá más calor y menos lluvia.

Esto queda claro al ver las previsiones para el trimestre diciembre-febrero de la entidad, donde la mayor parte del país tiene entre 40 y 50% de probabilidades de superar las marcas promedio de temperaturas y a la vez, tener un período más «seco» que lo habitual. Sólo el noreste del país tendría un verano con lluvias superiores a lo normal.

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