Un día para la reflexión: tolerancia cero contra la mutilación genital de la mujer

La Mutilación Genital/Ablación Femenina se refiere a todos los procedimientos que entrañan la ablación parcial o total de los genitales externos femeninos u otras lesiones de los órganos genitales femeninos por razones no médicas.

Las causas de la M.G.F. consisten en una mezcla de factores culturales, religiosos y sociales existentes en familias y comunidades, sumado a la falta de información que existe sobre sus efectos nocivos sobre la salud física, tales como hemorragias, infertilidad e infecciones graves; y psíquica, principalmente depresión, estrés postraumático, efectos similares a las que soportan las víctimas de abusos sexuales.

LA MGF en datos: UNICEF estima que más de 70 millones de niñas y mujeres de 15 a 49 años de edad han sido sometidas a la mutilación genital/ablación femenina en 28 países africanos, además del Yemen, y 3 millones de niñas corren el riesgo de sufrir esta práctica cada año sólo en el continente africano. Se han documentado casos de la práctica en el Oriente Medio y también en Europa, Australia, Canadá y los Estados Unidos de América, entre las poblaciones de inmigrantes procedentes principalmente de África. La mutilación genital/ablación femenina se lleva incluso a cabo cuando la niña tiene sólo 1 año de edad.

La MGF es reconocida internacionalmente como una violación de los derechos humanos de mujeres y niñas. Refleja una desigualdad entre los sexos muy arraigada y constituye una forma extrema de discriminación hacia la mujer. Es practicada casi siempre en menores de edad y constituye una violación de los derechos del niño. Asimismo, viola los derechos a la salud, la seguridad y la integridad física, el derecho a no ser sometido a torturas y tratos crueles, inhumanos o degradantes, y el derecho a la vida en los casos en que el procedimiento acaba produciendo la muerte. Cada minuto que pasa 4 niñas son mutiladas.

A nivel mundial, desde distintas Organizaciones e Instituciones a partir del diálogo con la comunidad y los programas de educación sobre los derechos humanos y los valores fundamentales dirigidos a los adultos, los adolescentes y los líderes religiosos permiten a los miembros de la comunidad debatir formas alternativas para buscar lo mejor para sus hijas sin tener que someterlas a la MGF. En varios países, este proceso participativo ha llevado a las comunidades a organizar el compromiso público de abandonar la mutilación genital/ablación femenina.

“La cosificación de la Mujer es una flagrante violación a los Derechos Humanos y a la Equidad de género.”

(ÁREA MUJER Y EQUIDAD DE GÉNERO- DIRECCIÓN DE DERECHOS HUMANOS- SECRETARÍA DE DESARROLLO HUMANOS)

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