Síndrome de Ramsay Hunt, lo que provocó parálisis facial a Justin Bieber

El cantante canadiense Justin Bieber sorprendió al mundo al compartir un video donde se ve que tiene paralizado el lado derecho del rostro, y en el que explica que fue diagnosticado con el síndrome de Ramsay Hunt.

biber

Gabriel Noriega, Jefe del servicio de dermatología del Hospital Británico, quien explicó sobre el síndrome: “Es la manifestación en la zona del rostro del herpes-zóster. Es cuando este virus, que podemos haberlo tenido de chicos en forma de varicela, compromete la rama auditiva nerviosa y motora facial.

Afecta tanto al aparato auditivo, como puede provocar una parálisis facial motora o en manifestación facial de estas vesículas que vulgarmente se conocen como culebrilla. Estas pueden aparecer en las mejillas, en el cuero cabelludo, en la oreja. Es toda una sintomatología que se suma a eso”.

Por su parte, Roberto Rey, jefe de Neurología del Sanatorio Finochietto, detalló a La Nación: “El virus de la varicela duerme latente en nuestro organismo durante décadas, alojado en los nervios sensitivos. En ocasiones de gran estrés físico o psiquico, como una infección, pueden descender las defensas del organismo, haciendo que el virus de la varicela salga hacia la piel, generando lo que conocemos comunmente como culebrilla o ‘herpes zoster’. Cuando el nervio afectado es el nervio facial, se denomina Síndrome de Ramsay Hunt”.

Noriega sumó: “No es ni más, ni menos, que la reactivación del virus de la varicela, que estuvo alojado durante años y, por alguna causa, se reactiva en forma de herpes-zóster. Esas causas puede ser alguna alteración en el estado de inmunidad. A veces, haber cursado una infección puede predisponer que aparezca herpes-zóster como es haber cursado un cuadro de Covid-19, por ejemplo.

O haber sufrido una cirugía, puede ser una situación de estrés que te genere esto. Haberte divorciado, por ejemplo, puede ser una situación de estrés. O planificar tu casamiento. Es decir, situaciones que modifiquen transitoriamente el sistema inmune que hace que baje un poco esa defensa”.

“Este síndrome se caracteriza por una erupción similar a la varicela, con pequeñas ampollas en la piel (en este caso en la cara) con intenso dolor y en ocasiones parálisis”, dijo Rey y Noriega agregó: “No es solamente la manifestación cutánea, es el dolor en cara, es ardor, es el trastorno ocular y que también te puede traer un trastorno auditivo que incluye mareos y como estamos mencionando también parálisis facial”.

Ante la consulta de si se trata o se debe esperar que el síndrome evolucione, como antes sucedía con la varicela, Noriega dijo: “Cuando éramos chicos, la varicela se dejaba. Pero hace varios años contamos con medicación antiviral. Entonces, si un paciente manifiesta herpes zoster en cualquier región del cuerpo, tiene un período de 72 horas para poder recibir medicación antiviral.

Con esto no curamos la enfermedad, porque lo que termina curando la enfermedad en nuestro sistema inmune. Lo que hace el antiviral es acortar el período de la enfermedad, disminuye la cantidad de virus que se va duplicando. Por lo tanto, entre comillas, hace más llevadero el cuadro. Es menos doloroso, más corto y con menos chances de tener algún trastorno sensorial o motor permanente, que son poco frecuentes”.

Rey agregó: “La evolución en personas sanas suele ser muy favorable, con gran recuperación en la mayoría de los casos, pero en algunas personas puede persistir la debilidad o el dolor durante mucho tiempo (neuralgia post herpética)”.

Sobre si es posible tener síndrome de Ramsay Hunt en más de una oportunidad, Noriega respondió: “No es lo más frecuente. En general, ocurre una sola vez, pero esto depende mucho del estado inmunológico de la persona”.

“Es muy importante la detección del Síndrome de Ramsay Hunt a tiempo para mejorar el pronóstico y evitar complicaciones como lesiones en los ojos por el mal cierre de los parpados, para rehabilitar la parálisis facial y para calmar adecuadamente el dolor, que puede llegar a ser de gran intensidad”, dijo Rey.

Además, Noriega explicó que las complicaciones o secuelas no son habituales: “Son muy poco probables y tienen que ver con la edad de la persona. Si esto le pasa a un paciente joven de 18 años, las chances de que quede con algún trastorno auditivo, motor facial o sensitivo es muy baja, y la posibilidad de que recupere va a ser casi del 100%.

Ahora, si esto se presenta en un paciente con 80 años, quizás requiera algo de ayuda kinesiológica, porque alguna debilidad permanente pueda llegar a tener, o algún trastorno sensitivo permanente. Incluso algún pequeño dolor crónico. Pero estamos hablando de adultos mayores y con un cuadro de dolor que después, con el tiempo, se le va yendo. El porcentaje de complicaciones es bajo y está muy vinculado a la edad del paciente y su estado inmunológico”.

Comentarios