Pasó a un cuarto intermedio el juicio contra Cristina Kirchner y ex funcionarios de su gobierno

Luego de casi tres horas, el Tribunal Oral Federal 2 decidió finalizar la jornada en el marco del primer juicio oral contra Cristina Kirchner y ex funcionarios de su gobierno por hechos de corrupción y pasar a un cuarto intermedio hasta el próximo lunes a las 9.30. Ese día los acusados, entre ellos Julio De Vido y Lázaro Báez, deberán volver al banquillo para seguir escuchando la lectura de los hechos y delitos que se les imputan. La audiencia fue solamente para leer apenas 100 de las 584 páginas de la acusación de los fiscales Gerardo Pollicita e Ignacio Mahiques.

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Fue con una sala en silencio y un clima de cansancio. La jornada comenzó con tensión. El juez Jorge Gorini le indicó al secretario del tribunal que comience a leer la acusación. Pero Maximiliano Rusconi, abogado de De Vido, dijo que quería hacer un planteo. Gorini no lo dejó. Se hablaban encima y subieron el tono de voz. Rusconi decía que el momento de hacerlo era ese, Gorini que el Código establece el momento oportuno.

Fueron 2.45 minutos de lectura. Después, a las 15, el juez Gorini anunció que el juicio continuaría el lunes a las 9.30. Las defensas no pudieron hacer los planteos. «Nos apagaron los micrófonos. El estado de derecho está aniquilado», dijo Rusconi.
Saco azul, pollera al tono y camisa clara, Cristina Kirchner se sentó en la última fila de la sala. A su izquierda, se ubicaron sus abogados, Carlos Beraldi a su izquierda y Ary Llernovoy a su derecha. Detrás de ellos está el vidrio que separa a los protagonistas del proceso que los invitados que están en la sala, la mayoría de ellos dirigentes políticos que fueron designados por la ex jefa de Estado.

Dos filas adelantes de la compañera de fórmula de Alberto Fernández, se encuentran De Vido y Báez. La ex mandataria no los saludó. Ni siquiera hubo un cruce de miradas.

Según la imputación, desde su gobierno se le asignaron contratos de manera presuntamente irregular al empresario Lázaro Báez. Esta primera jornada, donde está procesada por asociación ilícita, comenzó con el inicio de la lectura del requerimiento de elevación de los fiscales Pollicita y Mahiques. Se cree que ese trámite llevará por lo menos cuatro audiencias.

Este primer juicio que se le sigue, junto a otros doce acusados, se relaciona con la adjudicación de 51 obras públicas a empresas vinculadas al detenido Báez durante el kirchnerismo, en la provincia de Santa Cruz.

Estas adjudicaciones habrían sido irregulares y la mayor parte de las obras quedaron inconclusas pese a que se pagaron en su totalidad, entre otras acusaciones.

El expediente cuenta con 60 cuerpos y está previsto que declaren 160 testigos, entre los que se encuentra Alberto Fernández, su compañero en la fórmula presidencial que ella misma anunció el sábado pasado y donde irá como vicepresidente.

Esta mañana, la ex mandataria aseguró que el juicio por la causa Vialidad «se trata de un nuevo acto de persecución» que tiene por objetivo «colocar a una ex presidenta opositora a este gobierno en el banquillo de los acusados en plena campaña presidencial».

El Tribunal Oral Federal Número 2 (TOF2) asignó 67 lugares para los invitados que en principio se irán rotando. Además, en la Sala AMIA hay espacio para más de 60 periodistas, en el segundo piso.

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