Guillermo Vilas presentó en sociedad a su heredero, Guillermo Junior

La primera imagen pública del único hijo varón del gran Willy fue tomada en las tribunas del Philippe Chatrier, el mítico estadio donde él tocó el cielo con las manos hace cuatro décadas

Tras diecisiete años de amor y tres hijas junto a Phiangphathu Khumueang, llegó el varón, que con sólo dos meses ya tuvo su primer Roland Garros. En la foto, Guillermo lleva la credencial que lo identifica como “Past Champion”..  Foto: Claudio Cerviño

Tras diecisiete años de amor y tres hijas junto a Phiangphathu Khumueang, llegó el varón, que con sólo dos meses ya tuvo su primer Roland Garros. En la foto, Guillermo lleva la credencial que lo identifica como “Past Champion”.. Foto: Claudio Cerviño

Con una sonrisa tatuada en el rostro y un brillo único en la mirada, Guillermo Vilas (64), el mejor tenista argentino de todos los tiempos, entró a Roland Garros empujando el cochecito de Guillermo Junior, su bebé de dos meses, el cuarto hijo –y único varón– de su matrimonio con la tailandesa Phiangphathu. Era 5 de junio, un día especial para él: se cumplían 40 años del momento en el que le dio una paliza memorable al norteamericano Brian Gottfried (lo derrotó 6/0, 6/3 y 6/0) para consagrarse campeón en París, el torneo que soñaba ganar desde que empezó jugar al tenis en Mar del Plata. Feliz, saludó a viejos colegas, se fundió en un abrazo con Ion Tiriac, el coach que marcó su carrera, disfrutó de algunos partidos junto a su hija mayor, Andanin, que está jugando sus primeros torneos en Europa, firmó autógrafos y posó con todos. Instalado en Mónaco desde antes del nacimiento de Guillermito, por nada del mundo se iba a perder esta cita con el tenis y con la historia. Además, Willy ama París –tiene un departamento a metros del Arco de Triunfo, sobre la avenida Foch– y es querido y respetado en el torneo, el único Gran Slam sobre polvo de ladrillo, el que todos los argentinos quieren ganar. Fuente Hola

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