Enfermera entrerriana que tuvo coronavirus: «No podía levantarme de la cama»

La enfermera y voleibolista de Crespo, Eliana Cabrol, contó cómo cursó la enfermedad tras haber sido diagnosticada con Covid-19. «Sentía un dolor corporal que no había sentido nunca», relató. Su experiencia, el aislamiento y su consejo.
La enfermera y voleibolista de Crespo, Eliana Cabrol, a través de las redes sociales contó su experiencia, luego de 19 días de aislamiento, tras haber sido diagnosticada con Covid-19.

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«Quiero contarles primero (para quienes no saben) que llevo más de 8 años siendo enfermera, la mayor parte de ellos trabajando en UTI (Unidad de Terapia Intensiva) y que a pesar de haber atendido muchos pacientes con afecciones respiratorias y usado mucha menos protección de la que se usa actualmente, no recuerdo la última vez que estuve enferma. Hoy (por este martes) es mi último día de aislamiento, después de haber dado positivo a COVID19, pero estoy aislada desde el 20 de agosto, cuando estuve expuesta, ese día y el anterior, a un paciente que hasta ese momento no era considerado sospechoso, cosa que cambió de manera abrupta cuando nos informaron que familiares habían dado positivo. Me aislaron por precaución y ahora agradezco la manera en que se desarrollaron los eventos. Mi mayor miedo siempre ha sido estar contagiada sin saberlo y terminar contagiando a alguien a quién le pueda ir peor de lo que me fue a mí y les digo sinceramente que lo pasé muy mal. Comencé a tener síntomas 5 días después de comenzar el aislamiento, el 25/08 y me realizaron el hisopado el 28/08, no tuve el resultado hasta el 31/08; aunque hubo demoras en esto y la incertidumbre es horrible, es acá donde agradezco las circunstancias, ya que yo ya estaba aislada y con muchas menos probabilidades de contagiar, tanto dentro como fuera de mi casa. En ese momento me fastidiaba un poco la demora, pero sé cómo se realizan los hisopados, entiendo que hay recursos limitados, no solo físicos, sino recursos humanos que deben estar calificados para realizarlos, quienes también merecen un descanso, tanto físico como mental».

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Los síntomas

«El martes 25 sentí dolor de garganta, al día siguiente ya tuve fiebre y al siguiente presenté anosmia (pérdida del olfato). Siempre me pregunte cómo era en los síntomas el no oler, a pesar de que es feo, no es el peor síntoma que se puede sentir (es más al día de hoy sigo sin sentir olor y sé que puede llevar un tiempo recuperarlo); pero en ese momento la inflamación que tenía en la nariz me hacía casi imposible respirar por ahí, algo que duró entre dos y tres días, es como si estuvieses tan congestionada que no podés respirar, solo que no hay secreciones, es todo inflamación. Hubo tres días en los que prácticamente no podía levantarme de la cama, sentía un dolor corporal que no había sentido nunca, recuerdo que una de las cosas que me llamó la atención es que apoyar los pies en el piso, así sea solo para ir al baño, me hacía doler las plantas de los pies? Nunca pensé que eso podía dolerme también. Tuve picos febriles durante una semana, lo bueno era que bajaban con paracetamol, los últimos días estaba tan acostumbrada que sentía el momento en que comenzaba a subir y sabía que ya debía ir tomando para que no se vaya muy arriba».
«Una gran carga emocional»
«No quiero asustar a nadie, quiero contar mi experiencia para que sepan que no solo afecta a gente «grande» o «enferma». Yo no seré una piba, pero tengo 30 años; lejos de ser grupo de riesgo, no tengo ninguna enfermedad crónica y hasta la semana anterior de haberme expuesto, estaba yendo a entrenamientos de vóley a la par de chicas que tienen la mitad de mi edad. Pero más allá de lo que uno pasa físicamente, también trae una gran carga mental, el estrés de pasar los días y no saber si los síntomas van a mejorar o solo a empeorar, de no saber si no contagiaste a alguien y que lo pueda pasar peor que vos; mi mente estaba todo el tiempo en la posibilidad de haber contagiado a mi mamá o mi hermano, con los que vivo. Había menos probabilidades, porque mi aislamiento fue básicamente pasar estas casi tres semanas en mi habitación, aislada en casa, pero también aislada del resto de mi familia. A quienes debo agradecerles un montón por bancarme y bancarse el aislamiento también, por haber sido contacto estrecho/conviviente. Por ahora ninguno de los dos ha presentado ningún síntoma, algo que agradezco enormemente. Mañana (por este miércoles) vuelvo a trabajar, estoy súper contenta. Desde ayer ya salí de mi habitación, y no puedo mentir, se siente raro todavía salir sin barbijo de allí; no quiero imaginar lo que se va a sentir salir a la calle. Como dije arriba, aún sigo sin oler y todavía tengo tos aunque va mejorando? espero que esto (por el escrito), sirva no solo para concientizar de lo importante que es reconocer si tenes síntomas, el aislarte si sos contacto estrecho y cuidarte todo lo que puedas; sino también tal vez para alguien que esté pasando por la enfermedad y quiera tener alguna idea de que puede llegar a esperar. ¡Cuidense mucho! Lamentablemente es una enfermedad jodida, de la cual no se sabe tanto como uno quisiera esperar, que actúa de manera muy distinta sobre todos y que no podemos prever como lo va a hacer en nosotros ni en los que están a nuestro alrededor».

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