El autor de la masacre en Mendoza falseaba su nombre para no caer preso

El hombre asesinó a golpes a su actual pareja, al pequeño hijo de ella y a la madre de la mujer. Luego inició un fuego para fingir un incendio. El sujeto tenía antecedentes penales y de violencia de género con su anterior pareja.o_1518532530

El hombre mató a su novia, al hijo de esta y a la suegra. Luego incendió la casa. Se movía con una identidad trucha, ya que su ex lo había denunciado por ser violento.
Un conmocionante episodio se vivió ayer en la ciudad mendocina de Guaymallén, cuando un hombre asesinó a golpes a su actual pareja, al pequeño hijo de ella y a la madre de la mujer. El homicida que tras los crímenes incendió la casa, huyó y horas más tarde fue hallado ahorcado.

José Patricio Molina Morales (39) era un peligroso hombre con antecedentes penales y de violencia de género con su anterior pareja. En efecto, la fiscal Claudia Ríos informó que el homicida utilizaba un seudónimo: José Giménez.
De hecho, con esa identidad se había dado a conocer con la familia de Mayra ya que ?según se cree? su intención era ocultar denuncias previas por violencia de género realizadas por una expareja. Además, el sujeto intentaba que nadie descubriera sus detenciones por hurtos.
Todo sucedió ayer a las 4 en Guaymallén.

Asesinados a golpes

Se presume que Molina mató a golpes a su actual pareja, Mayra Bueno (25); al hijo de ella, Lautaro Valentino Vega (7); y a Mónica Outeda (51), la abuela del nene y madre de la joven.
Los cuatro vivían hacía unos cuatro meses en una vivienda de calle Barcelona al 100. La fiscal Ríos confirmó que todas las víctimas fueron asesinadas con golpes. Las mujeres sufrieron fuertes golpes, especialmente en la cabeza.

l niño, aparentemente, tenía contusiones en el tórax. No se descarta que haya sido además estrangulado. Su cadáver fue hallado junto a una pileta de lona.
El asesino incendió la vivienda. Cuando los bomberos arribaron y sofocaron las llamas, hallaron finalmente los cuerpos.
Luego de varias horas de búsqueda, pasado el mediodía, la Policía halló a Molina Morales en la casa de una hermana, en Colonia Bombal (Maipú), donde se había ahorcado. Los policías alcanzaron a llevarlo al Hospital Central de Mendoza. Murió ante los médicos.

Pareja conviviente

Según la fiscal Claudia Ríos, la pareja convivía en el hogar donde se produjo la masacre, desde hacía unos cuatro o cinco meses. Ella era maestra jardinera y él la llevaba todas las mañanas a trabajar, pero según algunos familiares él tenía una doble vida y se hacía llamar José Giménez.
Compañeras de trabajo del jardín de infantes, señalaron que Mayra no registraba golpes ni signos de maltrato.
Él la llevaba todas las mañanas y nunca percibieron ninguna rencilla entre ambos.

Sin embargo, Molina tenía un nutrido prontuario en el que sobresalen cargos por daños (1997), robo (2010), desobediencia a la autoridad (2013) y hurto simple (octubre pasado).
La desobediencia a la autoridad tenía que ver con que había violado la prohibición de contacto que tenía con su anterior pareja. Esta mujer lo había denunciado por violencia de género y por amenazas.

Circuito de violencia

La descripción de la relación entre ambos, desde que se conocieron, pasando por la etapa de idilio, hasta que él comenzó a mostrar su verdadera cara, habla a las claras de un típico circuito de violencia.
Ambos se conocieron porque él la llevaba en su remise al trabajo, en el jardín maternal de barrio Cocucci. Él iba a buscarla desde la remisería de barrio Santa Ana y en esos viajes comenzaron a entablar una relación.
Las compañeras de trabajo señalan que en los primeros tiempos él era «amoroso» con ella y la trataba «muy bien».

Sin embargo, con el tiempo comenzó a alejarla de sus amistades y no dejaba que tuviera contacto con ninguna persona.
Fue el momento en que algunos comenzaron a advertir que él tenía una doble vida, algo que ella no quiso escuchar.
No pasaron muchas semanas hasta que la pareja se fue a vivir a la casa de la madre de Mayra, Mónica. Allí también convivía el pequeño Lautaro.
En la última semana se produjeron numerosas discusiones y escenas violentas, según comentaron testigos a los investigadores.

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