El ministro de Turismo y Deportes, ratificó que el programa volverá con las mismas condiciones similares de la edición anterior. Se repetirá el esquema de precios para cada categoría y cada región en los hoteles.
Hay más de 340.000 apellidos distintos en Argentina, los más populares
Existen 348.288 apellidos distintos en Argentina, lo que denota la amplia diversidad de nombres de familia en nuestro territorio, según un relevamiento de RENAPER. Cuáles son los más populares y por qué los inmigrantes también son González.
Destituyeron al juez que dejó libre a un violador porque usó preservativo
Finalmente, este martes se votó por unanimidad la destitución del juez de la provincia de Santa Fe, Rodolgo Mingarini, que cobró notoriedad por un fallo en el que dejó en libertad a un violador con el argumento de que había utilizado un preservativo.
Entre Ríos registra otro récord de 185.000 visitantes
Con más de 185.000 visitantes y 1,7 mil millones de pesos de movimiento económico, la provincia de Entre Ríos se consolida como el tercer destino nacional.
«La Hora del Planeta 2022»: hoy entre las 20.30 y 21:30
El evento de concientización ambiental más importante del mundo, del que participan más de 200 países, se llevará a cabo hoy entre las 20.30 y 21.30. Es una convocatoria a apagar las luces de edificios y monumentos durante una hora.
En vigencia: Gobierno y oposición orejean las cartas y juegan un flor de truco
Ya no hay que disimular. Después de un año y medio de gobierno y a las puertas de una elección que será un examen, no vale la pena tratar de maquillar nada. De a poco el Presidente va perdiendo las inhibiciones y empieza a sentirse cómodo con su rol. No importan las críticas o las burlas a su poder. Para definir el 2023 falta mucho todavía y no pierde las esperanzas, por más que el candidato de Cristina sea otro. Continuar leyendo
«Scraping»: cómo funciona uno de los métodos utilizados en estafas bancarias
Los ciberdelincuentes están atentos constantemente a quienes comienzan a seguir a las cuentas oficiales de los bancos en redes sociales. Una vez que los identifican, se ponen en contacto e intentan conseguir la información para la estafa. Continuar leyendo
Una red de abuso y violación de menores involucra a un locutor de Gualeguaychú
La denuncia data del 2013 cuando la familia paterna de tres menores, dos niñas y un niño, alertó sobre los abusos y las violaciones. Durante años el caso fue demorado hasta que fue rescatado por la fiscal Laura Cattáneo. Actualmente son 11 las personas procesadas, entre quienes se encuentran la madre de los menores, el abuelo paterno, tíos, un Comisario General retirado y un locutor de la ciudad.
Una nena de 14 meses falleció por covid: estuvo ocho días internada
La directora del hospital Zona Norte de la ciudad de Rosario, detalló que la chiquita ingresó con un cuadro severo de 72 horas de evolución y dificultad respiratoria. Murió luego de 8 días de internación.
La muerte por Covid-19 de una beba de apenas 14 meses conmocionó en las últimas horas al Hospital Zona Norte, donde la chiquita pasó internada ocho días y falleció este lunes. «La nena no tenía comorbilidades previas y era una beba sana que hacía comúnmente infecciones respiratorias a repetición, lo que se conoce como broncoespasmos«, explicó la directora del centro de salud provincia, Mónica Jurado, a primera hora del jueves.
La paciente llegó al hospital cuando cursaba ya un cuadro de 72 horas de evolución y sin haber realizado consulta previa. Todo eso en el marco de condiciones familiares donde había convivientes también cursando la enfermedad, detalló la responsable del Hospital de Niños.
Por el tiempo de evolución que llevaba el cuadro, la beba «fue ingresada con dificultad respiratoria severa», afirmó Jurado y explicó que, en ese marco, «se tomaron todas las medidas para la dificultad respiratoria, quedó internada y se le hicieron los estudios que dieron positivos de Covid-19 y del virus sincitial respiratorio».
Con ese escenario la niña pasó ocho días internadas la terapia intensiva, de las cuales 48 horas estuvo con asistencia mecánica respiratoria y falleció el lunes 7 “a causa de la infección respiratoria grave que padecía y no pudo superar».
La médica indicó que la niña no padecía comorbilidades previas, pero sí señaló que era beba que «hacía infecciones respiratorias a repetición, lo que comúnmente se llama broncoespasmos y que son habituales a temprana edad».
Fuente: La Capital
Nene de dos años cambiará apellido porque su padre fue condenado por femicidio
El fallo judicial fue dictado por el Juzgado de 4ta Nominación Civil y Comercial y Familia de la ciudad de Villa María por solicitud de la madre del chico. El femicidio tuvo amplia repercusión mediática y social en la ciudad en la que viven.
El fallo fue dictado por el Juzgado de 4ta Nominación Civil y Comercial y Familia de la ciudad por solicitud de la madre del chico.
La mujer argumentó que su expareja y padre del pequeño fue condenado por asesinar a una mujer. El femicidio tuvo amplia repercusión mediática y social en la ciudad en la que viven. “Seguir llevando el apellido paterno le causaría un agravio en su futuro inmediato, afectando su desenvolvimiento en el ámbito social y educativo”, enumeraron entre los fundamentos.
En este sentido, pidió a la Justicia que autorice el cambio de apellido por el de ella y deje de usar el del padre. El hombre fue condenado como autor de amenazas, lesiones, abuso sexual y homicidio doblemente calificado por femicidio.
“Por tales motivos, por el índole de los delitos y por el caso resonante en que se vio envuelto el femicida, se dio lugar al pedido de la madre, quien se hace cargo de la crianza del niño en soledad”, señaló el juez Sebastián Monjo, a cargo de la causa, en diálogo con Cadena 3.
Aclaró además que aunque la violencia no haya sido ejercida sobre la mujer que realizó el pedido, el crimen tuvo impacto en el proceso “en tanto obró como causal adecuada para el cambio de apellido requerido y como calificante del homicidio cometido por el progenitor del niño”.
El magistrado explicó que, de acuerdo con el vigente Código Civil y Comercial, “se rompe con la tradición de que el apellido paterno es el único que vale”.
En esa línea, se extendió en los fundamentos de la medida. “Además, por la reivindicación del rol materno. En este caso, la mamá que, en soledad, lleva adelante la crianza de su niño”, sostuvo.
Monjo remarcó también que prima el interés superior del menor y el principio de prevención del daño, que está amparado por la Constitución Nacional y la Convención Sobre los Derechos del Niño.
Además, insistió en las herramientas que brinda el ordenamiento jurídico del país en esta materia. “El cambio de nombre de pila o apellido constituye un supuesto de excepción y de interpretación restrictiva, ya que la facultad se encuentra limitada por razones de interés general”, indicó el magistrado.
De acuerdo con el artículo 69 del Código Civil, queda en manos de los juzgados la tarea de ponderar la existencia de los “justos motivos” para realizar un cambio en el nombre.
Angelo Pedrazzoli, conmovido por la muerte de Agustina
El pastelero local @angelobakeoff publicó su angustia y dolor por el fallecimiento de su compañera de Bake Off, Agustina Fontenla de 31 años por Covid.
Profundo dolor causó la muerte de un docente de Concordia a causa del coronavirus
Dolor y consternación causó la muerte por coronavirus del docente Gabriel Martínez, de 48 años y oriundo de Concordia.
Era profesor de música, muy respetado y querido en la escuela Nº 65 Almirante Brown de Villa Adela y también en otra escuela rural del departamento Federación, publicó 7Páginas.
Hace unos días había contraído el virus y su estado de salud desmejoró en poco tiempo. Se supo, que el docente estaba dando clases presenciales al momento de contagiarse de Covid-19.
“Feliz día del trabajador para todos!! Sé que este es un momento difícil, pero estoy convencido que saldremos fortalecidos. Es cuestión de mirar para adelante el vaso medio lleno”, fue una de las últimas publicaciones que hizo Martínez, en su cuenta personal de Facebook.
Mensajes de despedida
Docentes de Concordia y la zona manifestaron muestras de tristeza luego de conocerse la noticia de la muerte del profesor de música en la mañana de este domingo.
Destacaron que era un buen pintor, folclorista y bailarín, y que entre sus actividades se destacaba la de querer enseñar sobre cultura y tradiciones argentinas.
La Escuela N° 65 “Almirante Guillermo Brown” de Villa Adela fue una de las primeras instituciones en publicar una sentida despedida al docente.
“Nuestro grupo de la escuela se llama `La familia de la escuela 38´, esta familia ha perdido al más bueno de sus integrantes. Así lo sentimos todos y aún nadie lo puede creer. Gabi era el que se prendía en todos los proyectos, era el que llegaba 2 horas antes de los actos y muestras para ayudar a quien lo necesite, era quien alegraba las reuniones con unos chistes malísimos (y lo siguió haciendo por zoom) pero ese buen humor lo era todo… quedaron tantos pendientes… vuela alto Gabi, a seguir bailando chacareras y malambos. No es justo”, publicó una de las docentes de su escuela.
La Escuela Secundaria N° 26 “Gral. Manuel de Olazábal” le dedicó unas sentidas palabras.
Emiliano Vallejos, colega de Martínez también se expresó en redes sociales al enterarse la triste noticia.
Una joven murió por Covid esperando por una cama en el pasillo de un hospital
Lara era estudiante de veterinaria, tenía diabetes y falleció por covid. Su caso se hizo conocido por una imagen de ella recostada sobre el suelo de un hospital de Santa Fe esperando ser atendida. «Le llegó una cama muy tarde”, dijo su mamá
“La gente no entra en razón de lo que está sucediendo. Muchos dicen que todo esto [la enfermedad]es mentira”, expresó Alejandro Arreguiz, papá de Lara, la joven cuya imagen, recostada sobre el suelo de un hospital de Santa Fe, se viralizó tras conocerse que murió de Covid-19.
Lara Arreguiz tenía 22 años y su caso, más allá de que poseía una enfermedad preexistente, diabetes, demuestra cómo la pandemia golpea por su virulencia a las personas y a los sistemas de salud. Y eso es lo que su padres, Alejandro y Claudia Sánchez, quisieron expresar al ser consultados por diferentes medios acerca de lo ocurrido.
Lara abrazando un ternero, junto a su perro, con amigas, siempre sonriente, son algunas de las fotos que se pueden ver en la cuenta de la joven que estudiaba Ciencias Veterinarias en la Universidad Nacional del Litoral (UNL), y que era voluntaria de la organización “S.O.S. Caballos” en la ciudad de Santa Fe.
Pero la imagen que eligieron Alejandro y Claudia para contar lo que ocasiona la pandemia y denunciar la falta de camas en los hospitales, fue la de su hija recostada en el suelo de un centro de salud de Santa Fe mientras esperaba ser atendida el día en el que se sentía muy mal, no podía respirar bien, sentía cansancio y tenía fiebre.
“Cuando te toca en carne propia hay que vivirlo y es lo peor que te puede pasar estar de hospital en hospital con un ser querido y no tener una cama o un médico que te ayude. Espero que lo que nos pasó sirva para concientizar a la gente, que esto le puede pasar a cualquiera”, dijo Alejandro al medio local Info Mercury.
En tanto, su mamá, desde su cuenta de Facebook aseguró: “Lara tuvo una cama muy tarde. Por falta de empatía, sentido común y profesionalismo. Anduvimos de acá para allá más casi dos días para tenerla. Y a terapia pasó en los últimos momentos. Ella era paciente de riesgo y debía ser prioridad en la atención. Los médicos hacen un juramento y acá no lo cumplieron”.
El desenlace
Lara, que vivía en Esperanza, a 45 kilómetros al oeste de la ciudad de Santa Fe, comenzó con síntomas el pasado jueves 13 y les avisó a sus padres quienes la llevaron al centro de salud Protomédico en la capital provincial. Allí la sentaron en una silla de ruedas porque no había camas, contó Alejandro. Le realizaron estudios que determinaron que tenía pulmonía bilateral.
Entonces le hicieron nebulizaciones, le dijeron que volviera a su casa y le dieron turno para tres días después para que se hiciera un hisopado. Pero como se sentía aún mal, sus padres decidieron llevarla al Hospital J.B. Iturraspe, donde durante la espera Lara se descompensó y se cayó al suelo. Como aún no podía ser atendida porque estaba muy lleno de gente, se recostó en el suelo.
“Ella se sentó muy descompuesta y me decía que se iba a desmayar. Se puso a llorar y la hicieron ingresar a la enfermería y después otra vez a esperar en un pasillo. Me dijo que se quería acostar, y se acomodó en el piso y yo le puse una campera. Esa es la foto que circuló”, dijo Claudia en diálogo con Radio Con Vos.
“Ahí fue cuando un médico o enfermero que pasó, la levantó y se la llevó a la guardia. Ahí le administraron oxígeno y se calmó. Pero nos dijeron que no había camas, así que estuvo hasta las 21 en la guardia y después la llevaron al Iturraspe antiguo, donde había una cama para ella”, explicó el padre.
Más adelante, solo su padre la visitaba ya que Claudia había sido internada también con Covid.
“El jueves 20, me mandaron mensaje desde el hospital preguntando si no quería ir a verla un ratito. Me pareció raro. Fui, y cuando arribé, estaba muy mal, con una máscara de oxígeno. Me miraba y me hacía señas de que estaba ahogada. Me quebré, no podía verla así. Me fui, pero al llegar a mi casa avisaron que Lara había pasado a terapia y que la habían intubado. Pero a las 3 de la mañana del viernes nos avisaron que falleció”, agregó Alejandro.
Fuente: La Nación
Historia de vida Emigrar para crecer: entre el desarraigo y un mejor porvenir para los hijos
Un futuro mejor para sus niños. Ese fue el horizonte que se fijaron Carmen Julia Moreno (36) y su esposo José cuando decidieron abandonar su Venezuela natal para comenzar una nueva vida en nuestro país.
Primero Buenos Aires y -por un trabajo para su esposo- Gualeguay después, Carmen y su familia se adaptan poco a poco a la vida y las costumbres de un lugar que en algunas cuestiones se parece a Los Pijiguaos, donde crecieron y trabajaron hasta emigrar, “por la tranquilidad especialmente”, pero muy diferente en el clima. “Nací en el Estado Bolívar, específicamente en Ciudad Bolívar, una ciudad bastante antigua, que al sur tiene un clima totalmente cálido, tropical, muy diferente al de acá. En Mérida, en la Cordillera donde está el Pico Bolívar, se puede ir a conocer el frío, con temperaturas bajo cero, pero después es todo calor. No tenemos las cuatro estaciones, el invierno es más que nada lluvia”, señala, mientras acomoda todo el abrigo que lleva puesto una gélida mañana de mayo. “Tengo tres años en Argentina y me cuesta un poquito, pero es parte del proceso”, comenta.
“Estoy casada y tengo dos hijos adolescentes, César e Ivana. Me gradué de abogada en 2008, mi esposo es ingeniero industrial y nos conocimos en una empresa que explotaba un mineral que se llama bauxita, que es lo que utilizan como materia prima para hacer alúmina, que a su vez se utiliza para hacer el aluminio. Era la única empresa en Venezuela que se dedicaba a hacer eso”, relata Carmen a modo de presentación.
Si bien nació en Ciudad Bolívar, “a los cinco años mis padres tuvieron la oportunidad de irse a un lugar que se llama Los Pijiguaos. Ahí me crié, hice la primaria y la secundaria. Después me tuve que ir a estudiar, porque no había universidad allí, me volví a Ciudad Bolívar y fue donde estudié Derecho”, narra Carmen, al tiempo que da cuenta que “después volví a Los Pijiguaos, que está dentro del mismo estado, aproximadamente a 800 kilómetros. En ese lugar solamente vivían las personas que trabajaban en esa empresa, ahí conocí a mi esposo, nos casamos y estuve hasta 2018, que con toda la situación del país y en busca de un mejor futuro para nuestros hijos tomamos la decisión de venir para acá”.
-¿Dejaron todo sin tener algo seguro en Argentina?
-Sí, renunciamos a nuestro trabajo, vendimos todo lo que construimos con mi esposo en 15 años y nos vinimos. José tiene familia en Buenos Aires, mi cuñada tiene cinco años viviendo ahí y mi suegra cuatro, así que nos dieron la posibilidad de venir. No teníamos trabajo acá, pero mi esposo trabajó en un restaurante, lavó platos y yo conseguí trabajar en un spa en atención al cliente.
“Nunca se nos pasó de salir de nuestro país, de verdad, pero con todo lo que pasaba decidimos arriesgarnos, renunciamos a la empresa, que yo hacía ocho años que estaba y mi esposo quince y dijimos nos vamos. Creo que si no hubiésemos tenido los chicos nos la habríamos bancado, como dicen ustedes, pero por la educación y, sobre todo, por la salud decidimos venirnos”, expresa.
Con toda la documentación en regla, llegaron a Argentina en noviembre de 2018 y a los pocos meses José recibió una propuesta laboral. “En enero de 2019 inicié un curso en Buenos Aires de secretariado jurídico contable, que duraba un año, y ese mismo mes lo llaman a mi esposo de una empresa de acá de Gualeguay y se vino. Mis hijos ya estaban escolarizados, así que esperamos y él viajaba los fines de semana”.
Recién a fines de 2019, Carmen y sus hijos conocieron nuestra ciudad. “A mí me gustó, porque es más o menos la vida que llevábamos en Venezuela. Después con todo lo de la pandemia nos dimos cuenta que no podíamos seguir esperando, los chicos ya no tenían clases presenciales, Buenos Aires estaba bastante complicado y nos vinimos antes de que ellos terminaran las clases, en septiembre de 2020”.
-¿Cómo se adaptan a la ciudad?
-Vivimos en el edificio Plaza, en un departamento bastante grande y cuando nos instalamos le dije a mi esposo que íbamos a ver qué hacíamos. Yo no conocía a nadie y a los niños les pegó muchísimo, así que lo primero que hice fue ver en qué actividades los podía incluir para que ellos puedan ser parte de la sociedad. Los inscribí en colonias de verano, a mi hija le gusta bailar, por lo que busqué academias de danza, y a César lo llevé a fútbol. Ahora están súper adaptados, hacen cosas que en Buenos Aires jamás hubieran podido hacer, como ir solos a la escuela. Aquí vieron la posibilidad de ser más independientes y les gustó.
Juntos y revueltos
Es el nombre que le dieron a su emprendimiento gastronómico, en el que ofrecen comidas típicas venezolanas con envío a domicilio. “Un primo en Buenos Aires que estaba sin trabajo se puso a hacer tequeños y me dio la idea, yo en mi vida había hecho, los comía mucho en Venezuela, pero me los hacían mi mamá, mi tía o los compraba. Aprendí a hacer tequeños acá, mi primo me pasó la receta, probamos para nosotros y empezamos”, cuenta Carmen.
“Solamente hacíamos eso —revela—, arepas no, hasta que me llamó una cliente para pedirme. Allá se come mucho, es el plato típico, es el desayuno, es el almuerzo, es la cena. Buscamos la harina de maíz, que es precocida, y no la conseguíamos, hasta que dimos con una muy buena, argentina, que se llama Morixe”.
Si bien en Buenos Aires preparaban chicha, “que es una bebida a base de spaghetti y arroz, que pones a cocinar hasta que quede muy suave y lo licuás, le agregas canela en rama, leche condensada y azúcar”, en nuestra ciudad la aceptación más importante fue para las comidas. “En Venezuela —explica— las arepas tienen nombre, por ejemplo la que lleva pollo y palta se llama reina pepiada, también está la que es de carne mechada con queso amarillo, que se llama peluda. Ese tipo de carne también es usada para el plato típico de Venezuela, que es el pabellón criollo, que además lleva arroz blanco, porotos negros y plátano frito, que es como la banana, pero no tan dulce”.
-¿Las arepas son tan tradicionales como nuestras empanadas?
-Exactamente y hay mucha variedad de rellenos, pero nosotros tenemos cinco tipos porque no me dan los tiempos. Mi esposo me ayuda mucho, a él le encanta cocinar y así hemos mantenido el equilibrio del emprendimiento. Por ahora estamos cocinando en mi casa, hacemos delivery y a futuro queremos un local o un food truck para seguir llevando nuestra comida, porque es muy amplia la gastronomía venezolana. Hemos tenido una aceptación increíble, cada día se suman más personas, abrimos una página en Instagram y ya tenemos 1.028 seguidores.
-¿Por qué “Juntos y revueltos”?
-Porque eso es lo que significa la relación que hemos tenido Venezuela y Argentina, estamos juntos, pero no revueltos, porque hemos querido mantener nuestra tradición acoplándola a las tradiciones de acá.
Mirar desde afuera
-¿Qué te ha sorprendido de los argentinos?
-En Buenos Aires trabajé en una empresa en la que tenía que ir a los domicilios a mostrar mi producto y que una persona extranjera pueda entrar a la casa de alguien que no conoce, que te brinden un mate, un café, una galleta y te permita sentarte en su mesa fue para mí algo increíble. La de acá es gente muy amorosa, muy receptiva y muy educada, aunque digan que no. Hay muchos argentinos muy cordiales, muy serviciales.
“Yo estoy agradecida de Gualeguay —subraya—, todos los días hago una amistad, conozco a alguien, gente que me dice que tengo su teléfono por cualquier situación, en los colegios que van mis hijos, los compañeros, las mamás, los compañeros de trabajo de mi esposo, a pesar del poco tiempo nos hemos sentido como en casa. Inclusive mi mamá me dice que no puede creer que ya conozca tanta gente”.
-Duele el desarraigo…
-Mucho, lo he ido trabajando, porque siempre viví con mi mamá muy cerca, mi papá, mis hermanos, mi abuela. Vivíamos prácticamente todos en la misma ciudad y a mis hijos les pegó el venirse, porque son los primeros bisnietos, los únicos nietos. Todavía me cuesta el haberme venido, el haberlos dejado allá con todo lo que está pasando y no poder ayudarlos como quisiera, pero la vida continúa.
“Las redes sociales ayudan —afirma—, poder comunicarnos todos los días, pedirles que se cuiden con la pandemia y pensar en lo que les hace falta. Está muy costoso vivir en Venezuela, mi mamá tiene 54 años y se jubila este año de la misma empresa a la que nosotros renunciamos, mi papá ya está jubilado y es independiente. Mi hermano es ingeniero y mi hermana está por graduarse de bioanálisis (N. del R.: bioquímica)”.
-¿Cómo es la educación universitaria en Venezuela?
-Es buena, yo estudié en una universidad privada y mi hermano también, pero mi hermana estudia en una pública, porque depende de la carrera. Mi esposo viene de una universidad pública muy reconocida y mi hermana está estudiando en una universidad donde se preparan los mejores médicos. Hoy en día han bajado los niveles, porque muchos profesores se han ido fuera del país, pero hay muy buenas.
“La cultura educativa en Venezuela —indica— es que nuestros papás nos llevaban por el camino de que tienes que estudiar, no si quieres, eso fue lo que siempre estuvo en nuestras cabezas. Mi abuela materna fue enfermera, mi mamá estudió licenciatura en Administración, la dejó y siguió estudiando Nutrición y mi papá es profesor de Educación Física. En Venezuela siempre fue así y en cada casa hay un médico, un abogado, un arquitecto, un ingeniero o un comunicador, porque eran las carreras más elegidas”.
-¿Qué es lo que más se extraña?
-Mi trabajo, porque estaba en el área para la cual me preparé, los amigos incondicionales, pero sobre todo la familia, porque te desprendes. Mi temor es que pase algo y yo no esté, gracias a Dios están bien de salud, no tienen ninguna enfermedad, están sanos, pero el temor es que pase algo y yo esté lejos. La pandemia está muy mal allá, tenemos conocidos, compañeros de trabajo, amistades, tíos lejanos que han fallecido por Covid-19 y nos cuesta entender eso. No hay vacunación tampoco.
-¿Qué encontraste en Argentina que falta en Venezuela?
-Cuando llegué a Buenos Aires vi que podía ir al hospital y que podían atender a mis hijos con previo turno. Allá tuve una operación y no conseguía el antibiótico y si mis hijos se enfermaban en la clínica no había una jeringa. La comida la podíamos conseguir, pero el sistema de salud ya no daba para más. A veces no sabemos el valor que tienen las cosas hasta que las perdemos, Argentina no está pasando el mejor momento, pero para nosotros después de ver cosas que no se pueden creer es buenísimo vivir acá.
-¿Planean quedarse en Gualeguay?
-Sí, no queremos seguir emigrando de una provincia a otra, de un lugar a otro, queremos tener estabilidad acá, nos hemos ido adaptando, los niños están bien y todavía les falta para que se vayan a la universidad. Con nuestro emprendimiento y el trabajo de mi esposo estamos bien, podemos ayudar y de a poco hemos ido comprando todo de nuevo, sentimos que fue buena la elección.
Quini 6: un apostador ganó más 52 millones de pesos Un apostador acertó todos los números en La Segunda y se lleva más de 52 millones de pesos. El próximo miércoles se sortearán 316 millones de pesos.
Un apostador acertó todos los números en La Segunda y se lleva más de 52 millones de pesos. Desde la Lotería de Santa Fe confirmaron que el próximo miércoles, en total, habrá en juego 316 millones de pesos.
En el Tradicional salieron el 32, 24, 01, 22, 12, 37 . Había en juego $158.768.701 los cuales quedaron acumulados para el sorteo venidero.
En el caso de La Segunda los números favorecidos fueron 20, 12, 04, 02, 43 y 31. Un apostador se hizo acreedor de $52.825.8191. Es de Chacabuco, provincia de Buenos Aires.
Por su parte, en la Revancha aparecieron el 17, 11, 35, 18, 13 y 00. Nadie se hizo acreedor a $88.725.550.
En el Siempre Sale hubo 21 ganadores que acertaron cinco de los siguientes números:22, 23, 32, 28, 43 y 25. Cada uno cobrará $409.726
El pozo extra, en tanto, tuvo 3125 ganadores. Cada uno cobrará $1920.