La mitad de las 5.300 estaciones de servicios del país están trabajando «a pérdida» y en los últimos meses cerraron 45 playas de «bandera blanca» en la Argentina. El sector empresario se ha declarado en «estado de emergencia» y reclama medidas paliativas que les permitan cubrir los costos y afrontar las paritarias; no descartan un «lock-out» patronal.
«Estamos con la soga al cuello, la inflación y el retraso en los precios de los combustibles hace insostenible mantener las estaciones abiertas. Necesitamos una solución», reclamaron desde la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina.
Cecha es una entidad gremial empresarial que integra a las Federaciones, Asociaciones y/o Cámaras de Expendedores de Combustibles, quienes a su vez asocian a las estaciones de servicio del país, cualquiera sea la bandera e incluso también a las estaciones denominadas blancas. La declaración cuenta con la adhesión de la Federación Argentina de Expendedores de Nafta del Interior.
«Tras sucesivos reclamos al Gobierno sin una respuesta concreta y teniendo en cuenta que las comisiones dadas por las empresas petroleras no han sido contractualmente adecuadas frente a la creciente disminución de la rentabilidad del sector, las cámaras y federaciones que integran Cecha decidieron declarar el estado de emergencia en todo el país, publicó Apf Digital.
«Desde la pandemia que venimos registrando pérdida de rentabilidad en el sector con la caída de ventas y el congelamiento de precios», advierte la entidad en un comunicado. Revela que «el cuadro fue mejorando paulatinamente pero hoy nos encontramos en un contexto crítico producto de la inflación y el retraso en los precios en los surtidores.
Cuestionaron el sendero de Precios Justos -con incrementos regulados- con aumentos que «no alivian la situación de los estacioneros, ya que no se equipara al índice de precios generales y no alcanza a cubrir los aumentos de sueldos acordados. Las variables macroeconómicas y energéticas condicionan hasta el hartazgo nuestra actividad», denunciaron.
Congelamiento y después
Según números de la organización, los ingresos de las estaciones de servicio por venta de los combustibles -promedio el 10 % del precio del surtidor- se encontraron congelados durante el período mayo 2021 a enero 2022 y luego contenidos por el sendero de precios en el período diciembre 2022 a mayo 2023.
«Si proyectamos a agosto de este año, el descalce entre los ingresos contenidos y los egresos actualizados llevará a que la mitad de las estaciones de todo el país no alcance el punto de equilibrio hoy ubicado en 330.000 litros por mes», alertaron.
«Necesitamos medidas paliativas concretas que nos permitan salir de la crisis que estamos viviendo, poder cubrir los costos de la operación diaria y cumplir con los acuerdos paritarios. Frente a la falta de respuesta por parte del Gobierno y con el solo objetivo de garantizar el funcionamiento de las estaciones y los miles de puestos de trabajo, hemos decidido declarar el estado de emergencia y tomar las medidas a nuestro alcance para revertir esta situación», explicaron.