Cansado de vender drogas, fue a la comisaría para entregar marihuana y cocaína

«Quiero que me ayuden, que me digan qué hacer, porque estoy en el mundo de la droga. Vendo a todos lados, y quiero salir de esta desgracia», dijo el muchacho a los policías de la Comisaría Primera de Concepción del Uruguay.o_1447831628

Un joven de 20 años fue hasta la Comisaría Primera de Concepción del Uruguay en horas de la madrugada del sábado y les dijo a los policías que deseaba salir de «ese mundo».

Los policías se vieron sorprendidos con la llegada de este muchacho, sobre todo porque admitió ser el responsable de la venta de estupefacientes.

Fue cerca de las 4.35, cuando el joven se hizo presente y tras entregar el documento, pidió ser asesorado o ayudado por los uniformados, tras lo cual lo vieron muy nervioso y le dijo al jefe de la guardia que iba a decirle algo importante, señalando finalmente: «Quiero que me ayuden, que me digan qué hacer, porque estoy en el mundo de la droga. Vendo a todos lados, y quiero salir de esta desgracia».

Ante lo llamativo de la situación, se formalizó el acta, para lo cual se abrió la notificación judicial que decía «siendo las 4.35, se constituyó en dependencia policial el ciudadano (se preservan los datos, domiciliado en la zona de calle 12 del norte y 11 del oeste), manifestó ser vendedor de drogas y que deseaba hacer entrega formal de sustancia tipo marihuana y cocaína».

Tras declarar esto, el muchacho dejó sobre la mesa ocho envoltorios de nylon con la droga fraccionada, por lo que los uniformados dejaron constancia que el afectado por formar parte del mundo narco, insistió en aclarar: «por favor, ya no quiero saber más nada con la droga y con la venta».

Con posterioridad, las autoridades de la comisaría Primera, se comunicaron telefónicamente con el secretario del Juzgado Federal de Concepción del Uruguay, José María Barraza, quien al conocer lo sucedido dispuso el secuestro de toda la droga que no superaba los 10 gramos y avanzar con la correcta identificación del mismo y ordenó que sea visto por el médico policial y con posterioridad se lo dejara en libertad de modo inmediato.

Los uniformados mientras realizaron el acta policial, hablaron con el arrepentido joven que les admitió que salió desde su casa, sin saber qué hacer. Les confesó que había discutido con sus familiares directos que le recriminaron por su adicción y por formar parte de una organización dedicada a la venta de estupefacientes en Concepción del Uruguay.

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